A solo cien kilómetros de la cabecera de la capital de Guatemala, se encuentra San Agustín Acasaguastlán, un municipio de El Progreso, en donde hace alrededor de 25 años se fundó la Asociación de Desarrollo Integral Progresista de San Agustín Acasaguastlán (ADIPSA), con el objetivo de aportar al desarrollo económico del municipio.
Los agremiados a ADIPSA son originarios de comunidades de San Agustín, como los Albores, El Carmen, el Conte, Chanrayo, las Delicias, Santa Martha, El jute de la cobana y Hierba Buena.
“En las comunidades de la Sierra de Las Minas hay muchas necesidades, y dentro de nuestros estatutos establecimos mejorar las condiciones de vida de los pobladores de San Agustín, por lo que empezamos a gestionar y ejecutar proyectos agrícolas”, cuenta Fabián Alvizurez del Cid, uno de los fundadores de ADIPSA.
Don Fabián comenta que el primer proyecto que trabajaron fue de café, y desde entonces han seguido luchando para vender su producto en mercados nacionales y extranjeros.
Resalta que durante años vendieron su café en pergamino con los intermediarios, y los precios no eran justos, por lo que empezaron a buscar formas de tostarlo, molerlo y empacarlo, para aumentar el valor del producto, y contar con mayores ingresos.
Con el apoyo del Proyecto de Fortalecimiento Empresarial y Comercial de Pequeños Productores de la Sierra de Los Cuchumatanes, Sierra de las Minas y Bocas del Polochic, han logrado avanzar en los últimos dos años, porque ya cuentan con maquinaría para tostar, moler y empacar el café, además ya cuentan con un plan de negocio y su propia marca comercial en proceso de registro, como “La huerta de San Agustín”, lo que les permitirá abrirse camino en mercados nacionales y extranjeros.
Además, el café de los pequeños productores de ADIPSA se empezará a comercializar en la empresa Komonilsa, creada en el marco del proyecto, para promover el desarrollo económico y social, fomentando la producción sostenible y comercialización de cacao, miel, café y sus derivados, así como otros productos agropecuarios de alta calidad. ADIPSA es accionista de la empresa, lo que representa una oportunidad para mejorar sus procesos de comercialización y lograr diferenciales de precios que contribuyan a obtener mayores ingresos a nivel de las familias participantes.
“Sabemos que lográremos vender nuestro café, nos llevará tiempo, pero sí se podrá”, expresa don Fabián.
El Proyecto de Fortalecimiento Empresarial y Comercial de Pequeños Productores de la Sierra de Los Cuchumatanes, Sierra de las Minas y Bocas del Polochic, es ejecutado por la Asociación de Organizaciones de Los Cuchumatanes, con financiamiento de la Unión Europea en Guatemala.
En el caserío Chanchimil, Aldea Mash, de Todos Santos Cuchumatán, Huehuetenango, vive Mariano Carrillo, un joven de 24 años, quien durante mucho tiempo observó que su papá, abuelo, tíos y otros productores, vendían su miel, propóleo y polen a través de intermediarios (coyotes), quienes se quedaban con la mayor ganancia de laa ventas. Esto ocurría porque no existía una organización, ni instalaciones, y no tenían asistencia técnica.
En el año 2,018, surge un proyecto gestionado por la Asociación de Organizaciones de los Cuchumatanes (Asocuch), denominado Fortalecimiento Empresarial y Comercial de Pequeñas Organizaciones de Productores de la Sierra de Los Cuchumatanes, Sierra de las Minas y Bocas del Polochic, financiado por la Unión Europea, y dentro del mismo, se crea la empresa Bella Flor del Monte, S.A., también se gestiona la construcción de un centro de acopio de miel de abeja, con el equipo necesario para procesar y envasar la miel y otros productos derivados de las abejas, lo que facilita que los apicultores locales puedan aplicar buenas prácticas de manufactura.
Debido a su liderazgo y capacitaciones recibidas, Mariano es nombrado encargado de comercialización de la empresa, por el órgano de administración, y ha logrado generar ventas directas y mejores precios, lo que se ha reflejado en la economía de los apicultores. Este año ha logrado vender, de forma directa, 140 quintales de miel a un precio diferenciado al que pagan los intermediarios, quienes compran un quintal por Q.600 quetzales; ahora los apicultores consiguieron un pago de Q. 750 por quintal, lo que representa un 20% más de ingresos.
Gracias a la capacitación sobre captura de polen, y a su capacidad e intelecto, Mariano fomentó la construcción innovadora de cien trampas para este producto, lo que generará nuevos ingresos para las familias de los apicultores de Todos Santos Cuchumatán.
En el Cantón San Sebastián del municipio de Petatán, Huehuetenango, vive María Dominga Hernández, quien durante años vendió su café a través de intermediarios (conocidos como coyotes), quienes se quedaban con la mayor cantidad de ganancias de la venta, esto ocurría porque ella desconocía la existencia de organizaciones cafetaleras en el área.
En el año 2004, cuando su esposo migró a Estados Unidos, se quedócon sus tres hijos; de 10, 6 y 3 años, ella tenía que velar porla educación, salud y alimentación de los infantes, y además de trabajar en los cafetales.Ella cuenta que fue difícil sacar adelante a su familia, porque no recibía ayuda, y solo cosechaba 80 libras de café por cuerda.
En la actualidad, vive con su hijo de 19 años, quien la ayuda en los procesos de producción, y forma parte de la junta directiva de la Cooperativa Agrícola Integral Axolá, en donde ha podido conocer técnicas de manejo del café, y costos de producción para determinar el valor de sus cosechas.
En el año 2018, con la llegada del Proyecto de Fortalecimiento Empresarial y Comercial de Pequeños Productores de la Sierra de Los Cuchumatanes, Sierra de las Minas y Bocas del Polochic, financiado por la Unión Europea, y ejecutado por Asocuch, empezó a participar en capacitaciones sobre mantenimiento de café, conservación de suelos, insumos orgánicos, aboneras, manejo Integrado de plagas y enfermedades, actividades que implementó en su parcela, y le han ayudado a aumentar su rendimiento a 140 libras de café pergamino por cuerda, lo que significa un 75% de aumento de la producción por unidad de área, esto tiene impacto en el aumento de sus ventas y en sus ingresos.
Dentro de la parcela también ha sembrado árboles de banano, mango, limón, tomate extranjero ynaranja, de forma ordenada, lo que técnicamente se conoce como Sistema Agroforestal, el cual contribuye a la seguridad alimentaria de ella y su familia.
En el año 2020, a través del proyecto se gestiona el sello Manos de mujer, entregado por la empresa certificadora Mayacert, lo que abrirá puertas para comercializar su café a un mejor precio y en mercados internacionales.
Dentro del Marco del Proyecto de Fortalecimiento Empresarial y Comercial de Pequeñas Organizaciones de Productores de Sierra de Los Cuchumatanes, Sierra de Las Minas y Bocas del Polochic, ejecutado por el consorcio: Asocuch, APODIP y Oro verde, y financiado por la Unión Europea; se ha formado la “Red de jóvenes de Sierra de Los Cuchumatanes”, que cuenta con más de 75 miembros activos entre hombres y mujeres, porque dentro del proyecto, los jóvenes son actores importantes; y se reconoce que es necesario que participen en proceso de formación para que desarrollen su potencial, creatividad y liderazgo.
La Red de jóvenes de la Sierra de Los Cuchumatanes, fue integrada el 10 de mayo del 2019, y está representada por una junta directiva; conformada por cuatro mujeres y tres hombres. La red es una instancia de participación, formación, y semillero de nuevas oportunidades para la juventud, porque brinda espacios a jóvenes socios de las Mipymes participantes en el proyecto, con el propósito de identificar liderazgos que permitan fortalecer a las mismas, en el futuro.
Desde su instauración la red se ha mantenido activa, los jóvenes han participado en la elaboración del plan estratégico, plan operativo 2020, reglamento interno, funciones de directivos y el plan de trabajo anual 2020.
A pesar del confinamiento, derivado de la pandemia, la junta directiva ha buscado estrategias para seguir avanzando con las actividades y mantener activa la red, y ha sido posible gracias al apoyo, entusiasmo y participación de los integrantes, quienes continúan realizando las acciones propuestas, a través de constantes reuniones y pequeñas capacitaciones por medio de webinars, utilizando las herramientas adecuadas para los jóvenes.
El área de acción del proyecto es amplia, y en algunas comunidades es complicado conectarse y utilizar las herramientas de videoconferencia. Sin embargo, son jóvenes proactivos y buscan las estrategias para mantener activa su red.
Nery Matías Ramos, vicepresidente de la directiva, comparte que la experiencia que ha tenido en esta organización juvenil es muy buena, porque a través de esta instancia han detectado a jóvenes con gran potencial emprendedor y con deseos de superación, puesto que el proyecto ha permitido y ha brindado muchas oportunidades para ese sector, y han sido de mucho beneficio para la formación y organización juvenil, ya que con ello pueden dar a conocer sus intereses, necesidades y visión, para que sus perspectivas y opiniones también puedan integrarse dentro del proyecto.
Nery afirma que los conocimientos adquiridos en los procesos de formación les han ayudado en el desarrollo personal, familiar y económico, y que siempre será agradable e interesante conocer y compartir con otras personas, porque la red es heterogénea, y participan jóvenes de siete comunidades lingüísticas.
Los jóvenes que conforman la Red, son socios de las Mipymes que participan en el proyecto, y están vinculados a una cadena productiva (papa, café, ovinos, miel y productos forestales). Esta organización juvenil no está constituida legalmente, sin embargo, cuenta con el respaldo de las diferentes Mipymes, y el reconocimiento de la Asociación de Organizaciones de Los Cuchumatanes (Asocuch), y principalmente, con el interés, la voluntad y el entusiasmo de todos sus miembros, quienes consideran que “El camino hacia el éxito siempre está en construcción”.
Dentro del Marco del Proyecto de Fortalecimiento Empresarial y Comercial de Pequeñas Organizaciones de Productores de Sierra de Los Cuchumatanes, Sierra de Las Minas y Bocas del Polochic, ejecutado por la Asociación de Organizaciones de Los Cuchumatanes (Asocuch), se ha conformado una red de jóvenes en Sierra de los Cuchumatanes, en la que participan más de 75 jóvenes, entre hombres y mujeres, quienes pertenecen a las diferentes Mipymes del proyecto.
Elda Aneliz Argueta Mendoza es socia de esta red, y actualmente desempeña el cargo de presidente de la junta directiva. Elda, es una joven que se dedica a la producción de café FTO, participa activamente en la Asociación de Agricultores Tinecos (ADAT), y posee una parcela de café de una hectárea, con las variedades bourbon, catuaí y caturra. Su finca está ubicada en la aldea Valentón, cinco arroyos, del municipio de Unión Cantinil, del departamento de Huehuetenango.
Esta parcela está establecida con un enfoque de sistema agroforestal, que además de café, tiene arboles como chalum, banano, limón y aguacate, los cuales son manejados de manera sostenible y sirven para hacerle sombra a las plantas de café, y los frutos de estas especies son aprovechados en la dieta alimenticia de la familia.
La joven productora se ha dedicado al cultivo del café desde hace más de 5 años, y logra una producción promedio de 25 quintales de café pergamino, al año. Esta producción está certificada como orgánica, por la certificadora KIWA BCS OKO GARANTIE GMBH, con el sello Fair Trade FLO Comercio Justo, y es comercializada por ADAT, quien se encarga de buscar mercados internacionales con precios diferenciados para sus productores de café orgánico, porque están convencidos de que las mujeres son parte fundamental en la producción del café, por lo que buscan precios justos para retribuir el trabajo que realizan en sus parcelas.
La producción de café orgánico es de suma importancia para Elda, porque representa una fuente de ingreso que aporta a la economía de su familia, y además le permite cuidar de su parcela y cultivar café orgánico.
Elda es una mujer lideresa y emprendedora, porque además de dedicarse al cultivo del café orgánico, participa activamente en diferentes grupos como en la red de Jóvenes de la Sierra de Los Cuchumatanes, la cual preside, y mantiene una participación constante, ya que ha participado en capacitaciones como emprendimiento innovador, liderazgo, procesos productivos incluyentes; entro otros, lo que le ha permitido adquirir conocimientos en liderazgo y participación, así como relacionados a la cadena de valor del café.
Además, en su comunidad participa en el grupo “Mujeres de Hoy” en donde desempeña el cargo de secretaria, y aplica los conocimientos adquiridos. También es socia integrante de ADAT, y en el año 2019 participó en un concurso de catación a nivel de su región, obteniendo el segundo lugar, con un puntaje de 87.5 según el formato de la SCA; ya que las características de su café son: fragancia chocolatada, cuerpo estable y acides intensa.
Elda es muy activa, y está aprovechando al máximo su formación dentro del proyecto, pone en práctica sus conocimientos a todo nivel, y sueña con un país más justo e incluyente, en donde la juventud pueda ser escuchada, con acceso a oportunidades y ocupando espacios en toma de decisiones, puesto que considera que los jóvenes cuentan con muchas energías y con ideas innovadoras.
El municipio de El Estor, en Izabal, se caracteriza por tener una población económicamente activa en piscicultura. Las familias que viven en las comunidades que están situadas en las riveras del lago de Izabal se dedican a la pesca artesanal.
En la comunidad de Guaritas, del municipio de El Estor, vive Andrés Can Ical, de 53 años de edad, más conocido como don Lish, él logró estudiar en su adolescencia, hasta el cuarto grado de primaria.
En el 2010, a través de las gestiones de Defensores de La Naturaleza, se ejecutó un proyecto para construir un Centro de Acopio Pesquero en su Comunidad, el que sería de mucho beneficio para los pescadores del sur del municipio, si embargo, faltaba el equipamiento para que se pudiera empezar a trabajar en el centro de acopio pesquero.
Ocho años después, la Asociación de Organizaciones de los Cuchumatanes (Asocuch), dentro del marco del Proyecto Fortalecimiento Empresarial y Comercial de Pequeñas Organizaciones de Productores de la Sierra de los Cuchumatanes, Sierra de las Minas y Bocas del Polochic; financiado por la Unión Europea, tomó en cuenta a la Asociación de Pescadores Artesanales de la Comunidad de Guaritas, para ejecutar un proyecto de remodelación, que consistía en la entrega de un lote de 10 embarcaciones bipersonales, una lancha tiburonera con un motor 40 HP, y mejoras al Centro de Acopio Pesquero.
Como parte del trabajó del proyecto, la asociación ya cuenta con un estudio de mercado, y una marca registrada denominada AGUARITAS, lo que les ayudará a comercializar los productos de origen hidrobiológico. También se les ha dado acompañamiento técnico en temas de piscicultura, transformación de peces en subproductos; como embutidos, giras de intercambio de experiencias, y ferias comerciales.
Don Andrés es un líder de los pescadores, es emprendedor y una persona muy activa. Es fundador de la asociación, y en la actualidad es presidente y representante legal de la misma. Él cuenta que, gracias a su perseverancia y esfuerzo, ya que todas las mañanas y tardes se dedica a la pesca artesanal, ha logrado sacar adelante a su familia.
En la actualidad, la asociación cuenta con equipamiento en el centro de acopio, una lancha tiburonera y cayucos. Además, han mejorado sus técnicas de pesca, don Andrés pescaba con anzuelo y reunía 60 libras al mes, lo que le servía para consumo, ahora logra pescar 200 libras al mes, lo que le permite tener un ingreso de Q.2 mil quetzales, que le sirven para la alimentación de su familia.
Este año, se enviaron dos contenedores de café certificado orgánico y de comercio justo a Alemania y Noruega, procedentes de la Sierra de los Cuchumatanes, específicamente de la Región Huista de Huehuetenango.
El proceso de exportación fue realizado por medio de la Coordinadora de Organizaciones de Desarrollo de Concepción Huista (Codech), el brazo comercial de las Mipymes: Asociación de Desarrollo Integral Productivo Yamanonh (Adipy) y la Asociación de Agricultores Tinecos (Adat), quienes son apoyadas por el proyecto Promipymes de las Sierras, financiado por la Unión Europea en Guatemala, y ejecutado por la Asociación de Organizaciones de Los Cuchumatanes (Asocuch).
Los pequeños productores que forman parte de estas Mipymes han sido apoyados con infraestructura productiva, fortalecimiento empresarial y comercial, por medio de formación a líderes y participación en eventos comerciales a nivel nacional e internacional.
A través de su participación en misiones comerciales en Europa durante 2019 y 2020, se logró concretar la venta de dos contenedores de café, lo que demuestra la calidad y sabor del café de Huehuetenango, que ha cautivado el paladar de los compradores internacionales.
Anteriormente el café ya era exportado a Estados Unidos y Canadá, por lo que este año se abrió un nuevo mercado en Europa, y se espera que las pequeñas organizaciones puedan concretar más ventas en el corto plazo.
Líder comunitario impulsa el desarrollo de pequeños productores orgánicos
Emilio Quim, de 62 años de edad, es uno de los primeros directivos de la Asociación de Productores Orgánicos para el desarrollo Integral del Polochic (APODIP), y cuenta cómo un pequeño grupo de caficultores de comunidades de Alta Verapaz ha logrado mantener a flote una empresa que ya exporta café y cacao orgánico a Europa.
En 2001, pequeños productores de café de las comunidades Paraíso Privado y San Vicente I, decidieron participar en un programa de comercialización de café, para certificar su cultivo como orgánico y de comercio justo, con la empresa Forestrade de Guatemala S. A. En ese programa les dieron capacitación y asistencia técnica; lo que les permitió acercarse al mercado internacional en Estados Unidos, obteniendo mejores oportunidades, lo que significo vender sus productos a un mejor precio.
“Los técnicos de Forestrade, coordinados por Marvin López, nos dieron idea de inscribirnos como una organización formal. Así que animé a mis compañeros a ir a la municipalidad de Panzós para inscribirnos como Asociación de Productores Orgánicos para el Desarrollo Integral del Polochic (APODIP). Tuvimos nuestra primera asamblea el 3 de noviembre de 2003, con 48 socios fundadores, yo quedé como vicepresidente, pero un año después, me convertí en presidente y representante legal de APODIP, ya que hubo una reorganización por un mal manejo de fondos”, comparte Quim.
Rumbo al desarrollo
Don Emilio trabajó como directivo hasta el año 2013, ya que fue electo presidente dos veces y en 2012 lo nombraron presidente de la Comisión de Vigilancia. Él cuenta que al inicio de su gestión como presidente de APODIP fue apoyado por organizaciones no gubernamentales, como Coopy Movi Mundo de Italia, quienes les ayudaron a construir el primer centro de acopio de café; esto también los benefició con la introducción de la carretera a la comunidad.
También Vecinos Mundiales de Estados Unidos los apoyó con un pequeño fondo de Capital de trabajo, pero la asociación no contaba con personal propio, por lo que hicieron lo que estuvo en sus manos para dirigir. Hasta que en 2007 inició un proyecto de fortalecimiento de la organización, con el apoyo de la Fundación TRIAS de Bélgica, este tuvo una duración de seis años, y les dieron presupuesto para la contratación de los primeros técnicos, oficinistas y el primer gerente. En este tiempo aumentó el número de asociados y comunidades.
“Dimos un gran paso al comprar un terreno en la zona central del Polochic en 2008, guiados por nuestro gerente, con la idea de tener una sede propia y un centro de servicios para nuestros asociados cerca de las comunidades, ya que nuestra oficina funcionaba en Cobán, en un local alquilado. En 2011 logramos gestionar el proyecto de construcción de nuestras bodegas, oficinas, planta de tostaduría de café y una cerca perimetral con el Proyecto PDER del Ministerio de Economía de Guatemala”, resalta Quim.
De pie ante la adversidad
“Ser un líder también trae dificultades y en 2009 sufrimos un atentado que marcó mi vida. Uno de nuestros compañeros se convirtió en coyote, y quería mantener bajo su control los precios y la comercialización de nuestros productos. Hirió a tres asociados, por lo que uno de mis hijos y yo pusimos la demanda ante el Ministerio Público, pero para nuestra sorpresa el agresor pudo más con su dinero, ya que puso una demanda en mi contra, y fui encarcelado por más de un año. Nunca perdí mi fe en Dios, y con la ayuda de mi organización, al fin se hizo justicia y recuperé mi libertad. Siempre anduve con la frente en alto”, expresa el caficultor.
En cada ciclo de cosecha de café, Don Emilio colabora en el manejo poscosecha, en la central de acopio de APODIP para preparar lotes de exportación. “Tengo dos parcelas de café certificadas como orgánicas, de 7 y 3 cuerdas, con las cuales entregué mis primeros quintales como asociado de APODIP, y poco a poco las agrandé. En la actualidad también tengo 10 cuerdas de cacao en producción y otra más en plantilla”.
Luchan por sus sueños
Diecisiete años después de su fundación, APODIP diversificó las cadenas de valor, y además del café orgánico, se trabaja con miel, y se implementó la cadena de valor del cacao orgánico – comercio Justo, llegando a más de 700 asociados en 60 comunidades, y recientemente se iniciaron los primeros pasos para certificar a productores de cardamomo.
En 2019, por medio del Proyecto de Fortalecimiento Empresarial y Comercial de Organizaciones de Productores de las Sierra de Los Cuchumatanes, Sierra de las Minas y Bocas del Polochic, ejecutado por Asocuch y co-ejecutado por APODIP y Oro Verde, con el apoyo de la Unión Europea en Guatemala, se estableció un centro de acopio y procesamiento primario de cacao, en la comunidad Jolomijix II, de Panzós, en donde don Emililo Quim se encarga del manejo y control de calidad, ya que se ha ganado la confianza de sus compañeros productores, por la responsabilidad que siempre lo caracteriza .
Uno de los anhelos de don Emilio es que APODIP pueda desarrollar el cardamomo como cadena productiva, como lo ha hecho con el café y el cacao, cambiando el modelo de negocios para hacerlo más justo, debido a que es el principal cultivo,“el cardamomo es la base de nuestros ingresos durante cuatro meses del año, y nos ayuda a cubrir necesidades básicas, como compra de alimentos y medicina, pagar el estudio de nuestros hijos y hasta mejorar nuestras viviendas”.
“Le aconsejo a los jóvenes que cultiven la sagrada tierra. Yo seguiré siendo productor hasta mis últimos días, si Dios me conceda mi vejez. Pienso que vendrán mis sucesores para continuar con lo que he sembrado, no solo como agricultor sino como líder comunitario”, expresa don Emilio.
El trabajo pro activo de líderes como don Emilio Quim, hace que organizaciones de base como APODIP, logren un crecimiento continuo. Él es definitivamente un ejemplo de LIDERAZGO NATO CON MUCHA VISIÓN y es digno de admirar y seguir.
El municipio de Panzós, Alta Verapaz, se caracteriza por tener una población económicamente activa. Las familias que viven en las comunidades se dedican a la producción agrícola y pecuaria, teniendo mayor relevancia la producción de maíz, frijol, cacao, café, cardamomo, miel y aves; actividades que son implementadas culturalmente por los propios productores.
En la aldea Jolomijix II, del municipio de Panzós, vive Rosa Maquin Chub, de 35 años de edad, es madre de tres menores de edad y está casada con Julio Chub Cac. Doña Rosa, como la conocen en su comunidad, logró estudiar en su adolescencia hasta el quinto grado de primaria.
En el año 2001, con la familia de su esposo, toman la iniciativa de capturar abejas en el bosque para domesticarlas y darles un mejor manejo para poder extraer miel, al año y 8 meses logran cosechar miel, la cual venden por botella, a nivel local; además de dedicarse a la apicultura, doña Rosa empieza a participar dentro de su comunidad, optando a su primer cargo como madre consejera, luego logró ser secretaria del comité de mujeres, y por el buen desempeño y su liderazgo la postulan como la representante de mujeres en el Comité Municipal de Desarrollo –COMUDE- en Panzós, (año 2005), empoderándose de conocimientos básicos de liderazgo.
Doña Rosa es una mujer líder, emprendedora y muy activa, ella comenta y siempre ha dado testimonio que ha sido gracias a que su esposo la apoya para que participe en actividades tanto dentro, como fuera de su comunidad y constantemente la insta a que aproveche las oportunidades que se le presentan; basada en las experiencias que ella ha vivido, concientiza a las demás mujeres para que participen en las actividades, así como también a los hombres para que participen y permitan que sus esposas también lo hagan.
Como parte de la alianza entre actores que propician el desarrollo en el área, en el año 2016 inicia un proyecto productivo en la comunidad de Jolomijix II, con el manejo de la apicultura, en donde se brindó capacitación y entrega de insumos apícolas a apicultores, para tecnificar el manejo de las abejas hasta llegar a la producción y reproducción de las mismas. Para ejecutar esta actividad en la comunidad, fue necesario elegir a un representante del grupo y todos depositaron su confianza en doña Rosa, por la experiencia y liderazgo que posee.
En el año 2018, la Asociación de Organizaciones de los Cuchumatanes (Asocuch), en alianza con la Fundación Defensores de la Naturaleza, dentro del marco del Proyecto Fortalecimiento Empresarial y Comercial de Pequeñas Organizaciones de Productores de la Sierra de los Cuchumatanes, Sierra de las Minas y Bocas del Polochic, el cual es financiado por la Unión Europea, propician la conformación de una red de jóvenes y mujeres líderes del área protegida de la Reserva Biosfera Sierra de las Minas, dentro de la cual doña Rosa es representante de su sector.
Además, dentro de esta red, ella ha participado activamente en las actividades que se realizan, tales como: capacitación, asistencia técnica, giras de intercambio de experiencias y ferias comerciales.
A doña Rosa le gusta transmitir y compartir los conocimientos adquiridos con las demás personas de su comunidad para informarlas, concientizarlas y realizar cambios positivos en ellas,
Doña Rosa inició con dos colmenas y debido a su participación, su interés y la aplicación de ciertas técnicas, actualmente cuenta con 22 cajas en producción, de donde este año logró cosechar 13 canecas de miel, equivalentes a 336 botellas de 750 ml.
Un ejemplo de perseverancia, emprendimiento y liderazgo, así es doña Rosa.
Joven líder de Huehuetenango inicia emprendimiento
Joven del área rural inicia proyecto de forraje hidropónico con avena
Juan Baudilio López López es un joven de 26 años de edad, vive en Aldea Paquix del municipio de Chiantla, del departamento de Huehuetenango, él es un líder de su comunidad, se graduó de Bachiller en Ciencias y Letras, y ahora estudia un técnico universitario en Producción Frutícola en la universidad.
En la actualidad, Juan Baudilio ocupa el cargo de secretario del Consejo de Administración de la cooperativa de donde es socio, y le tienen mucha confianza. Además, participa activamente en la Red de Jóvenes de Sierra de los Cuchumatanes, conformada dentro del marco del proyecto de Fortalecimiento Empresarial y Comercial de pequeñas organizaciones de productores de la Sierra de Los Cuchumatanes, Sierra de las Minas y Bocas del Polochic.
Baudilio participó en una capacitación sobre emprendimiento innovador y liderazgo, en donde desarrolló una idea de negocio, presentando un proyecto de Forraje Hidropónico con avena, debido a que en tiempo de verano no se puede sembrar ni cosechar avena en el área donde él vive.
En la aldea Paquix el clima es frío, ya que se encuentra a 3250 msnm. Ahí se manejan grandes rebaños de ovejas y en el verano es difícil conseguir avena para suplemento en la alimentación de los ovinos, por lo que su proyecto es una alternativa para suplementar la alimentación, considerando que el costo del concentrado es muy alto.
Luego de ser capacitado y regresar a su comunidad, Baudilio se avocó a varias organizaciones y logró conformar su red de apoyo, en donde ha contado con el respaldo y asesoría de la Asociación de Organizaciones de los Cuchumatanes (Asocuch), y de IICA a través del Consorcio Regional de Investigación Agropecuaria (CRIA).
Su iniciativa consiste en sembrar avena en hidroponía bajo invernadero, una técnica que ya utilizó en tiempo de verano y que será de mucho éxito en el área, porque permite contar con disponibilidad de alimento en tiempo de escases.
En la segunda cosecha de avena, para aprovecha el espacio dentro de la unidad controlada, Baudilio decidió realizar un semillero con varias hortalizas, como lechuga, cebolla, rábano y remolacha, algo que ha sido de mucho beneficio, porque durante el tiempo de la pandemia por COVID-19, él y su familia tienen alimentos disponibles, para consumo y para vender.
Baudilio cuenta que el haber recibido esa capacitación fue una motivación y una orientación para animarse a iniciar ese proyecto, que por primera vez se realizó en su comunidad y que le dio muy buenos resultados, ya que este año no tuvo que invertir en concentrado para suplemento de sus ovinos.
La infraestructura del invernadero cuenta con capacidad de hasta 20 toneladas de forraje y la idea de implementarlo es producir forraje verde hidropónico, que permita alimentar a un lote de corderos de engorde para comercializarlos, y también vender forraje henificado en el área de la meseta de los Cuchumatanes.