Organización de Jóvenes Garífuna “Keimon Uwara”​

Organización de Jóvenes Garífuna “Keimon Uwara”

Guatemala Enero 2019

Janice Martínez es de Puerto Barrios, Izabal, se graduó de Bachiller en Diseño Gráfico, tiene 22 años, y sueña con tener su propia empresa de diseño, prosperar y ayudar a otras mujeres jóvenes a estudiar y desarrollarse. Para ella conocer sus derechos y exigir justicia ha sido revelador para inspirar a otros jóvenes de su grupo y del municipio a luchar y exigir que se respeten sus derechos y perseguir sus propios sueños.

Sobre su experiencia en Tz’ununija’ en el proceso de formación y sanación dice que le impactó conocer los liderazgos de otras mujeres Garífuna de quienes aprendió a valorar su propia cultura y sentirse orgullosa de ser Garífuna: “Estuve en el proceso de formación de leyes y de sanación y herramientas psicosociales del Movimiento Tz’ununija’, con el grupo de defensoras de derechos humanos. Me metí porque como la nueva generación que somos queremos prosperar, buscar oportunidades, más allá de lo que aquí en Puerto Barrios podemos encontrar. Como mujeres Garífuna jóvenes queremos tener voz y voto en todos los espacios de toma de decisiones, estamos conscientes que tenemos oportunidades que nuestros padres no tuvieron, y queremos buscar oportunidades para poder cumplir nuestros sueños como mujeres y como pueblo Garífuna”.

Nuestro grupo nació porque queríamos conocer nuestros derechos y salvaguardar nuestra cultura. Lo fundamos en 2014, y se legalizó en 2016, con apoyo de la Casa de la Cultura Garífuna. Nos preocupa la violencia contra las mujeres, pero también la falta de empleo y de oportunidades. En Puerto Barrios hay muchos suicidios de jóvenes, por cosas que no son grandes los jóvenes se están suicidando. En parte es porque no conocemos nuestros derechos y no tenemos información de donde acudir y pedir ayuda cuando existen casos de violencia. Los suicidios de mujeres jóvenes, a veces están relacionados a la violencia en Internet, al acoso cibernético. Nosotras como grupo damos charlas y participamos en actividades juveniles en Puerto Barrios, también somos parte del grupo de jóvenes de Tierra Viva para defender los derechos sexuales y reproductivos.

Janice y el grupo de jóvenes Keimon Uwara, consideran que la investigación “Mujeres Garífuna en el Acceso a la Justicia”, fue uno de los aportes más valiosos de este proceso para las mujeres Garífuna, especialmente a las mujeres jóvenes les ha permitido revalorizar su historia y reconocer las luchas de sus antepasados. “Queremos ser jóvenes que aportamos a un cambio social, aquí todo es corrupción y sobornos, son raros los casos en que las mujeres logran la justicia aunque pongan su denuncia, necesitamos cambiar esa realidad si queremos vivir en paz y con justicia. Nosotras no hemos acompañado ningún caso en lo jurídico, pero la formación y la sanación nos ha servido para acompañarnos entre amigas y compañeras de grupo, y para dar charlas a otros grupos de jóvenes, hemos salvado vidas solo con la sanación”. Para Janice, el logro más importante del estudio y los foros con los operadores de justicia fue la decisión del Movimiento de dar seguimiento a la formación de intérpretes Garífuna, un vacío en el sistema de justicia que el estudio contribuyó a develar.

Las metodologías que utiliza el Movimiento Tz’ununija’ me gustaron mucho, las mujeres jóvenes aprendimos mucho, al principio pensé que compartir el mismo espacio con mujeres adultas no iba a funcionar, al contrario aprendí mucho de mis compañeras mayores, y crecimos en nuestro propio liderazgo como mujeres jóvenes. Tengo más conciencia sobre cómo funciona el sistema de justicia, pero a la vez, tengo más claro mis proyectos de vida, cuando me preguntaron cuál era mi propósito de vida, me di cuenta que no lo tenía claro.

Los conocimientos adquiridos en los procesos de sanación y jurídico-legal, los ha compartido con el grupo de jóvenes, juntos diseñan proyectos, por ahora no cuenta con recursos económicos, sin embargo, no se desaniman, emprender juntos y a la vez construir un cambio para el pueblo Garífuna y el país es uno de sus grandes sueños. “Si seguimos juntas y unidas como hasta ahora, y cada quien logra una profesión universitaria, vamos a formar una empresa para dar empleo a otras jóvenes. Yo me miro como una licenciada en administración de empresas, con tatuajes y piercings, y quiero tener una serigrafía Garífuna. Nuestro entusiasmo es obtener becas de estudio, crecer como personas jóvenes y como profesionales. Queremos fortalecer nuestro grupo para hacerlo realidad.